La internación de mercancías de Argentina crece. El Gobierno a través de la Aduana Nacional intenta radicalizar los controles en la frontera para frenar el masivo ingreso de harina, soya, maíz, arroz, bebidas, picadillo y otros productos.
¿Cómo están los bagalleros tras la constante devaluación de la moneda argentina?
Estamos en estado de emergencia. El Gobierno dice ser socialista y que defiende a los pobres, pero lamentablemente algunos ministros y altos funcionarios no hacen honor a ello. Nosotros trabajamos gracias a la tarjeta vecinal fronteriza que nos da el derecho de internar mercancía por un monto de 300 dólares al mes por familia.
Sin embargo, la gente y las mismas autoridades dicen que no pagamos impuestos cuando en realidad sí lo hacemos.
Los importadores pasan por nuestras narices directamente a Santa Cruz y otras ciudades con grandes camiones y apenas pagan tributos. Nosotros pagamos mucho más y generamos miles de fuentes de empleos en esta zona y en Yacuiba.
¿Por qué dice usted que pagan impuestos y generan fuentes de empleo?
Mire, esto es una cadena. Somos más de 1.070 trabajadores en esta actividad. Alrededor nuestro están los vendedores de comida, de refrescos, los camioneros y otros cargadores.
¿Ustedes se sienten afectados por la política gubernamental?
Lastimosamente las autoridades ven de palco el problema. Ellos están en La Paz y no ven la real situación del sector. ¿Qué va a pasar con más de 1.000 compañeros si esta actividad desaparece? Nosotros cargamos y descargamos los productos en ambos lados (Argentina y Bolivia), esto no es nada fácil.
Desde hace cinco años el Gobierno viene hablando de crear empleos formales para su sector, además de la construcción de otro puente, con el objetivo de disminuir el creciente comercio fronterizo de Argentina hacia Bolivia ¿qué pasó con las promesas?
El problema es social. En la frontera no hay en que más trabajar. Nuestra institución es un contenedor social. Anteriormente habían asociados que ejercían actividades ilegales, pero gracias a este trabajo se han formalizado, sus hijos pueden estudiar y se nota algún progreso.
El Gobierno no nos da ningún apoyo. Lamentablemente la política es promesa y no se cumple. Tenemos una reunión pendiente con el Gobierno que quizás se lleve adelante el próximo mes, ojalá pueda concretarse. El puente también fue una promesa del Ministerio de Relaciones Exteriores y no pasó nada.
¿Qué es lo más preocupante para su sector?
Queremos alternativas al trabajo. No es posible que el sector siga desarrollando esta actividad en la que todos nos miran mal. Sabemos que algún día se acabará este oficio producto de las normas y leyes que dicta el Gobierno, por ello exigimos que generen empleos.
Con las leyes el que más se beneficia es el que tiene plata, aquel que cuenta con camiones y puede transportar la mercancía directamente de los molinos argentinos hacia el país.
¿Significa que su apoyo al partido gobernante no dio resultados?
No hemos logrado ningún beneficio de las autoridades. No tenemos seguro de salud, privilegios en la educación y encima nos quieren hacer a un lado. Este tema es de gran preocupación para los asociados. Tenemos esperanza de que el presidente Evo nos escuche.
Hemos observado desde hace tres años que ha aumentado significativamente el número de bagalleros ¿Cuántos son en la actualidad?
Somos 1.075 socios. Todos los días trabajamos desde las 7 de la mañana hasta el mediodía para llevar el pan de cada día a nuestras familias. Si no trabajamos no hay alimentos. Tratamos de que la labor sea equitativa para todos.
A veces no hay carga, pero intentamos de que hayan al menos dos viajes para comprar comida.
Pero, la devaluación de la moneda argentina hace que los productos sean baratos y a su vez aumente la compra de mercancías ¿Qué impacto sienten ustedes?
Sí ha aumentado, pero reitero, toda la internación de productos al país es legal. Todo lo que hacemos es supervisado por personal de la Aduana.
Hablemos de sus márgenes de ganancia ¿Cuántos viajes hacen cada uno de sus socios y cuánto cobran?
En el mejor de los casos se hacen 10 viajes. Por cada viaje se gana entre 14 y 15 bolivianos, todo depende de la carga.
Hemos visto que hay internación ilegal de productos por la zona de Barrio Nuevo ¿Tienen conocimiento de tal situación?
Sí, hemos escuchado que por las noches ingresa mercadería de contrabando. Es un tema delicado. Ha habido casos de violencia. Hay toda clase de gente asentada en esa zona. No es una lugar controlado. Me reservo el derecho de opinar porque tengo hijos
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