Que en los mercados: Uyustus y “Eloy Salmón” de La Paz, “La Cancha” de Cochabamba y La Ramada de Santa Cruz, un televisor LED o plasma se comercialice, sin que medie control alguno, igual que cientos de marcas y modelos de electrodomésticos, a un precio inferior al 30% del valor de mercado de un producto importado de la misma calidad, explica lo incipiente de la lucha frontal al contrabando. Hoy, por la avalancha de productos extranjeros y sobre todo alimenticios, a causa de esta voracidad no solo “desangra” la economía del país, sino pone en riesgo la productividad misma de los alimentos como el arroz, azúcar, aceite y la harina. La reflexión unánime corresponde a empresarios, expertos en comercio exterior y analistas.
Una campaña de concienciación del Ministerio de Economía y Finanzas, cita que esta actividad mueve al menos $us 1.500 millones al año, generando una pérdida por impuestos al Estado de al menos $us 400 millones. Dichos indicadores, según los entendidos en el tema, son solo estimaciones. No hay sistemas de medición al respecto por ilícito y la naturaleza misma de esta actividad. "Es una actividad ilícita, al margen de las leyes difíciles de cuantificar el valor económico del mal en la extensa frontera de nuestro país con sus cinco vecinos (Brasil, Perú, Chile, Argentina y Paraguay)", precisa el economista, Germán Molina.
Otras estimaciones refieren, como cita el economista Armando Méndez, al año 2008, que señalaba que el contrabando representaba un 20% con relación a las importaciones registradas. "Si asumimos este dato y lo aplicamos al año 2014, querría decir que el contrabando de bienes alcanza a 2.100 millones de dólares. El Estado pierde ingresos principalmente por el "Impuesto al Valor Agregado" que se paga en frontera", explicó.
Escasa información. La situación es aún más compleja, cuando la propia Aduana Nacional de Bolivia (ANB), genera muy poca o escasa información estadística sobre los “comisos” tanto en volumen y valor de mercancías que ingresan al país en los últimos años y en este mismo periodo.
Según Molina la información sobre esta actividad ilícita es una restricción que limita la elaboración de investigaciones de forma periódica y su divulgación a la opinión pública. No obstante, puntualizó que la diferencia entre lo legal y lo ilícito estriba en que los contrabandistas en la formación de los precios no contemplan el pago de los derechos de aranceles e impuestos de ley (PAT), porque agregan como parte de su utilidad bruta (es decir se apropian de: Pat+U). Además, puede omitir cumplir las disposiciones sobre política salarial (Incremento salarial y 2º aguinaldo). "Entonces el contrabandista tiene margen para bajar el precio de su producto sin disminuir la utilidad bruta en el monto. Se apropia todo lo citado más lo que no paga por aranceles e impuesto de ley", explica.
Sin embargo, la Presidente Ejecutiva de la ANB, Marlene Ardaya sostuvo que “se está respondiendo de la mejor manera a todos los desafíos que se presentan, incluso cuando hay variables exógenas como la devaluación en los países limítrofes”, al hacer referencia a la avalancha de productos extranjeros en el mercado interno referente a los alimentos como el arroz, harina, azúcar y aceite.
Estos últimos meses, mantiene preocupados sobre todo a los productores agrícolas e industriales del departamento, dado que pone en riesgo toda la cadena productiva y su competitividad. En respuesta a ellos Ardaya señaló, hace una semana atrás en Santa Cruz que en ese momento la Aduana habría comisado contrabando por un monto de más de $us 17 millones en valor de los productos en alimentos que habían ingresado ilegalmente al país.
Solo esos datos, comparativamente a los estimados anuales, resultan insignificantes por la diversa y compleja articulación y estructura logística con que se mueve el contrabando. Al respecto, Antonio Rocha Gallardo, Presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), señaló que los esfuerzos no parecen ser suficientes pues se observan miles de productos importados en el comercio informal que afectan a la producción nacional, y de los cuales, en algunos casos no se conoce si afectan inclusive a la salud de la población como lo pueden ser algunos alimentos. "Es mucho aún el trabajo que queda por hacer, pues se trata de un problema estructural del país, que está ligado a la generación de fuentes de empleo dignas, que eviten que el ciudadano tome esta perjudicial alternativa", puntualizó.
En la coyuntura actual. En la situación actual cuando la avalancha no solo de productos alimenticios sino de otros como la ropa usada, los electrodomésticos, los insumos y materiales para la manufactura, entre otros, el contrabandista ahora se beneficia de la apreciación cambiaria porque compra dólares americanos con menos bolivianos para cancelar el precio de adquisición del producto en el resto del mundo y también los costos de transportes y otros gastos incluso de almacenamiento. Toda esta situación, según los expertos, debilita nuestra economía, imponiendo condiciones competitivas desfavorables y desleales para el importador legal.
"La apreciación cambiaria del boliviano a corto plazo es una medida política favorable, pero con elevados costos a mediano y largo plazo, porque se desincentiva al sector agroindustrial, industrial, agricultura que son sectores intensivos en el factor trabajo", señaló Molina.
No obstante, dice el IBCE, el trabajo del Estado no solo tiene que ser de control sino también de prevención, y esto se logra a través de la educación de la población. "Si a través de la educación se logra que las generaciones jóvenes de bolivianos tomen conciencia del grave daño que hace esta actividad no solo a las cuentas del país, sino a su calidad de vida, privándoles de fuentes de empleo dignas y formales que le aseguren seguridad social a largo plazo, entonces se tendrá suficientes elementos para erradicarlo por completo", finalizó Rocha.
Problema
Un mal difícil de extirpar
Historia. Según el economista Armando Méndez, el contrabando en Bolivia viene desde la colonia. Siempre hubo por Lima o por Buenos Aires. El contrabando es un hecho ilegal pero genera beneficios económicos tanto a los que comercian como a los que compran estos bienes, porque lo hacen a precios más bajos que si pagasen impuestos. Además, genera empleo.
Efectos. De acuerdo a la realidad actual, dice el economista Germán Molina, el contrabando es un problema económico, social y político. Además, es complejo y delicado por lo que representa en términos de monto, actividades comerciales, empleos y familias que se dedican a esta actividad ilícita, para resolver en el corto plazo.
"Es un tema de ajuste estructural de largo plazo que requiere, antes de tomar medidas de coyuntura, efectuar estudios para identificar la línea de base en la que se encuentra y recién diseñar la solución del problema", señaló.
Ingreso. El ingreso no cuantificado, por falta de información estadística sobre los volúmenes que el contrabando viene generando en cuatro productos alimenticios como la harina, el azúcar, el arroz y el aceite, lo que genera un impacto negativo al productor primario, es catalogado por los expertos como una situación preocupante. Exigen políticas más decididas al gobierno para hacer frente el tema.
Acciones. Molina propone fundamental coordinar las políticas cambiarias y del comercio exterior. "Es un sector bien sensible a los cambios en las políticas macroeconómicas y del comercio exterior", dijo. Los elementos principales son las políticas fiscales, monetarias y cambiarias sanas, remarcó.
Y la Cadex, ve como prioritario y urgente tomar medidas de salvaguardia adecuadas para limitar el contrabando en el país, con un control fronterizo con rigor para la importación de productos, con el objetivo de proteger la industria nacional.
Entidades
'Las instituciones del sector piden medidas más serias'
Instituciones. Tanto el IBCE y la Cadex, son dos sectores inherentes al comercio exterior y ligada íntimamente al sector productivo de Santa Cruz, sugieren acciones más serias al Gobierno con políticas que disminuyan la persistente dinámica de la economía informal del país, con medidas como poner “salvaguardias” a los productos importados y modificación de la situación monetaria, cuyo margen se mantiene fijo desde el 2011.
Cadex. Propone que debe considerar la devaluación de la moneda dado el contexto económico desfavorable y la devaluación de los países vecinos como una política generadora de competitividad de precio en productos para el mercado interno y externo, lográndose con ello una industria más fortalecida.
"Necesitamos trabajar en equipo con el Gobierno nacional, desde el ejecutivo que es el Presidente Evo Morales, como con el Gabinete que conforma el Ministerio de Economía, para que las medidas que se tomen desde esa gestión sean efectivas, eficientes y rápidas", señaló Oswaldo Barriga, Gerente General de la Cadex.
Ibce. Pide que las medidas de salvaguardia se apliquen sin importar el origen del producto. Así que primero deberá realizarse una investigación que demuestre el perjuicio que se hace al sector productivo a través de la importación, en este caso legal, de estos productos. Además, dicha medida debe ir acompañado de un fortalecimiento interno del sector productivo.
Punto de vista
Se debe tomar medidas para salvaguardar productos'
Oswaldo Barriga
Gerente General de Cadex
“El contrabando, es uno de los males que a diario se intensifica en el país, causando competencia desigual y desleal para el empresario constituido legalmente. Ante esta situación se debe hacer un análisis a las políticas económicas que están promoviendo la informalidad. El Gobierno debe tomar dos medidas: hacer que el COA y la Aduana Nacional realicen un trabajo más efectivo, además de erradicar todo aquello que promueva el contrabando. Asimismo, consideramos que los bagalleros, las balsas que navegan los límites del lago Titicaca, el cruce de frontera por Desaguadero, son elementos importantes en el ingreso ilegal de mercadería extranjera al país, productos que en mínima cuantía llenan camiones que terminan en los centros de abastecimiento del país. Asimismo, se debe indagar sobre el origen de productos de línea blanca y electrodomésticos, los mismos que abundan y son comercializados en cualquier mercado del país, tienen que realizarse inspecciones regulares en los centros como Uyustus, Eloy Salmón y 16 Julio en la ciudad de La Paz, La Cancha – en Cochabamba, La Ramada – en Santa Cruz, entre otros.
Exigimos protección y promoción de la industria nacional, un pedido que ha venido realizando en diferentes oportunidades, y que también formó parte de nuestra propuesta presentada en la pasada Cumbre “Sembrando Bolivia”. Se deben tomar medidas de salvaguardia adecuadas para limitar el contrabando en el país, se tiene que trabajar en el control fronterizo para la importación de productos, con el objetivo de proteger la industria nacional y brindar mayor competitividad”.
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