domingo, 13 de noviembre de 2016

La Aduana destapa la ruta del contrabando en 17 pueblos



Al menos 17 poblaciones fronterizas con Chile hacen las veces de refugio de los contrabandistas. Algunos de sus pobladores también les brindan protección a quienes intentan burlar diariamente los controles con mercadería ilegal.

Con esa información y luego del cerco y allanamiento a domicilios realizados en la población de Sabaya, a 200 kilómetros de Oruro, la Aduana Nacional contempla realizar similares intervenciones a otras comunidades, para luchar contra el contrabando.
“Este proceso de allanamiento debería ser una señal para que las autoridades locales modifiquen su actuar. Se tiene previsto intervenir otras poblaciones, pero bajo otras circunstancias. Los vamos a planificar. Queremos contar con mayor fuerza”, informó la presidenta de la Aduana, Merlene Ardaya.

El gerente regional de la Aduana de Oruro, Óscar Arancibia, dijo que por el temor de represalias y amedrentamiento de contrabandistas, no se ha tomado ninguna acción directa contra otros pueblos. “Pero esta acción en Sabaya es un primer paso”, expresó.
La Aduana pretende también que el Ministerio de Economía “castigue” a los municipios comprometidos con el contrabando, recortando sus presupuestos, según Ardaya.

Situación en Sabaya
Hace 11 días que el campanario de la Iglesia de la Virgen Candelaria de Sabaya no retoca. Aunque la costumbre de ir a misa, rezar el Rosario y el llamado del atardecer mantienen la tradición sabayeña, sus autoridades prefieren ser prudentes y prohibir su uso.

Luego del cerco desde el jueves 3 de noviembre y del allanamiento el viernes 11, de la Aduana, colaborada por la Policía y las Fuerzas Armadas, los uniformados se ponen nerviosos y creen que con el sonido de las campanas, se llama a movilizar a la gente en su contra.
Sabaya es calificada por la ANB como una de las 17 poblaciones fronterizas protectoras de la actividad ilegal, bajo las cuales se mueve un “cordón del contrabando”.

Existe temor
EL DEBER logró llegar hasta esa población dos días después del cerco, donde se advertía cierta tensión por la presencia militar.
“No podemos ir ni a comprar a la tienda. Nos pueden hasta desvestir”, comentaba un oficial militar, que más tarde confirmaría un policía.
En las afueras de la zona urbana se observaba personas que parecen descansar, cerca de las operaciones aduaneras. La Policía los identifica como los “loros” (guardianes de los contrabandistas) que vigilan. Desaparecieron el día del allanamiento a 21 domicilios.
En ese operativo, los uniformados tuvieron que utilizar más de 600 efectivos, con el fin de evitar cualquier reacción de los habitantes o de los contrabandistas.

Víctimas del contrabando
“Categóricamente, rechazamos la calificación de protectores del contrabando que nos puso la Aduana. Este es un pueblo de respeto y de principios. Estamos siendo mal vistos a nivel nacional e internacional”, declaró la autoridad comunitaria Constancio Fernández, mayor alcalde de la capital.

Sandro Valentín Flores, Segunda Alcalde, otro grado de autoridad comunal, rechazó también que a Sabaya se lo tilde como un “pueblo del Oeste” y sin ley.
Las autoridades reconocen que existe contrabando, pero se asumen como víctimas de la actividad, ya que como en otras poblaciones, “esa gente que viene del interior, junto a su mercancía, se introducen y se esconden sin que se les pueda hacer nada”.

Coinciden en que en Sabaya no se origina el contrabando, por lo que piden mayor control aduanero en las fronteras. Aseguran haber entregado un terreno de 8.870 m2 para la Aduanas y la Policía que no ha sido utilizado.

En los próximos días los sabayeños esperan que pase el miedo, se restablezca la normalidad y puedan otra vez tocar la campana para la misa y para despedir el día laboral a las 18.30 de cada día


No hay comentarios:

Publicar un comentario