La Aduana de Oruro decomisó diez camiones con contrabando, especialmente ropa usada, en dos camiones, y una variedad de artefactos electrodomésticos, televisores y otros, en los ocho motorizados que fueron encontrados, mediante un operativo de aire y tierra.
El jefe de la unidad jurídica de la Aduana, Marco Flores Guerra, dijo que con el uso de dos helicópteros, para el control por aire, y varios motorizados, por tierra, con apoyo de los efectivos militares, se realizó durante cuatro días de ejecución del nuevo plan de trabajo de esa institución.
“Hemos hecho una valoración de la mercadería. Se ha estimado un costo de un millón de dólares, en el decomiso”, explicó durante una conferencia de prensa que se realizó ayer en la Aduana.
Los grupos de trabajo fueron divididos a varios lugares de la zona fronteriza, utilizando dos helicópteros, para verificar el ingreso de los camiones con mercadería a Bolivia. De la misma forma, se recibió respaldo con vagonetas de parte de otras regionales del país.
Según el gerente regional de la Aduana de Oruro, Waldo Aramayo Medinacelli, algunos contrabandistas reaccionaron frente a los operativos desarrollados y han provocado algunos daños menores en un helicóptero, pero el objetivo, “se ha cumplido para controlar el contrabando por aire y tierra”.
Por su parte, los comerciantes que se dedican a la venta de ropa usada en las inmediaciones del mercado Kantuta advirtieron que se adoptarán medidas de hecho, en próximos días, frente a “los actos arbitrarios” que están cometiendo los funcionarios de la Aduana.
“En último caso, vamos a efectuar una marcha a La Paz, exigiendo fuentes de trabajo para miles de comerciantes”, advirtió Liz Apaza, al confirmar el aumento del control aduanero en la zona fronteriza, especialmente para impedir el ingreso de ropa usada.
“Nos sentimos atropellados. Queremos una reunión con la ministra de Desarrollo Productivo, Verónica Ramos, para dialogar sobre este problema”, afirmó.
El dirigente de los comerciantes de ropa usada de Oruro y diputado nacional, Amadeo Tapia, dijo que existe una inoperancia de los parlamentarios para emprender un diálogo entre los afectados y la ministra de Desarrollo Productivo, pero en todo caso, “se evaluará la nueva situación en un ampliado nacional, para adoptar medidas más convenientes”.
Durante los últimos años, la comercialización de ropa usada, a pesar de estar prohibida en Bolivia, aumentó notoriamente. De unos cien puestos de venta que había hace cinco años, ahora ha crecido a por lo menos 2.000 puestos alrededor del mercado Kantuta.
La venta de ropa usada de Estados Unidos se realiza especialmente los martes y viernes de cada semana. Miles de personas acuden a ese sector, en busca de los artículos de vestir.
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