martes, 17 de mayo de 2016
La base militar en Cariquima no frena el contrabando
Cariquima despierta recién a medianoche. La localidad chilena —donde se instaló la base militar cerca de la frontera con Bolivia— no encuentra solución a sus problemas, pese a que desde hace dos meses funciona la unidad del Ejército. El contrabando está instalado en el lugar, y los pobladores lo saben, pero prefieren callar. Los vehículos indocumentados y otros productos ilegales llegan a la localidad para luego ser introducidos a Pisiga (Bolivia) por pasos ilegales. La nueva base hasta ahora no atendió ni un caso delictivo.
En Cariquima, ubicada a 29 km de la frontera con Bolivia, solo se escuchan radios bolivianas y la cultura aimara hace creer que se pisa suelo nacional. Las casas son de adobe y allí radican no más de 80 familias. La única escuela funciona hasta mediodía y los tres negocios —dos de venta de gasolina y uno de abarrotes— están cerrados a partir de las 17:00. Por la tarde parece un pueblo fantasma.
Ilícitos en la noche
Flora Aguirre, una vecina de Cariquima, relató a EL DEBER que cerca de la medianoche se escuchan los motores de vehículos. Son los motorizados sin documentos y robados que van ilegalmente a Bolivia. La ciudadana pidió a la base militar que se instaló hace dos meses que haga operativos para vigilar estos negocios ilícitos.
“Está muy bien que hayan llegado (los militares) para ayudar a evitar delitos, pero el contrabando sigue, en la noche no hay caso de salir a las calles por seguridad”, lamentó Aguirre, que dice tener familia en Oruro.
Según un oficial de Carabineros de Chile, los pobladores de Cariquima reciben por la noche a los vehículos, que son escondidos en algunas casas y los sacan en la madrugada. Los habitantes son testigos de la salida de los motorizados en caravana con destino a Bolivia.
“Son mafias bolivianas y chilenas que roban vehículos en Iquique y luego los traen a Cariquima, y de aquí los llevan a Bolivia. Lo mismo pasa con vehículos sin papeles, es un problema”, señaló el policía.
En Cariquima, según el alcalde de Colchane, Teófilo Mamani, el trabajo de Carabineros “a veces” es restringido debido a las condiciones del lugar. Dijo que en invierno “es imposible” patrullar por la nieve que cae en las rutas.
“Estamos conscientes de que hay contrabando por ser Colchane un paso fronterizo. Esto genera incertidumbre, porque es una situación de peligro, porque hay bolivianos indocumentados que llevan automóviles, y eso aumenta la inseguridad”, reclamó Mamani.
El comandante de la base militar, mayor Álex Quintana, informó de que su labor se limita a acciones sociales, como la vigilancia para evitar el contrabando, aunque esta tarea corresponde a carabineros. “Hay buena recepción de la gente, aceptan la unidad militar porque acá se sienta soberanía”, dijo el militar
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