lunes, 20 de febrero de 2017

Contrabando evasión de tres tributos golpea oferta boliviana



En un supermercado de Buenos Aires, a 2.000 kilómetros de Santa Cruz, el kilo de azúcar se vende a 17 pesos argentinos (Bs 8,5), mientras en el mercado cruceño su costo no supera los Bs 7.


Sin embargo, a pesar de que la azúcar argentina en su lugar de origen es más cara que la nacional, cuando cruza la frontera vía contrabando baja de precio.
Esto se debe a que en su ingreso al país no paga tres impuestos que están ligados de manera directa con el valor final del producto y que son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el Impuesto al Consumo Específico (ICE) y el Gravamen Arancelario (GA).
Así, en Buenos Aires, el kilo de arroz se vende a 18,5 pesos (Bs 9), el costo del fideo oscila entre los 10 y los 22 pesos (Bs 5,50 y Bs 11), mientras que en La Ramada el precio está en Bs 6 y en Bs 7, respectivamente.


Pero cuando estos productos llegan a Yacuiba e ingresan ilegalmente tienden a bajar su precio en comparación con los que se ofrecen en Buenos Aires, debido a que en Bolivia evaden el IVA, un tributo que se aplica a la venta de bienes muebles, a los contratos de obra y la prestación de servicios, y en la importación de distintos productos. En el país la tasa general única es de un 13% nominal y la tasa efectiva de un 14,94%.


En Argentina el kilo de harina de trigo se ofrece a 17 pesos argentinos (Bs 8,50) y el litro de aceite a 35 (Bs 17); en Santa Cruz se lo puede comprar en Bs 6 y Bs 10, respectivamente.
Otra vez, siendo más caros estos productos, llegan al país y golpean a la producción nacional, debido a que aparte de no pagar el IVA, tampoco pagan el ICE, un impuesto que se aplica a las ventas e importaciones de ciertos productos, tales como cigarrillos, tabacos, bebidas refrescantes, bebidas alcohólicas y vehículos automotores.


En la actualidad la tasa impositiva oscila entre el 18% y el 50%, por lo que si el producto es importado legalmente su costo sería elevado en comparación con el nacional.
Una botella de vino de una marca intermedia se lo vende a 75 pesos (Bs 37,50), en Bolivia se lo ofrece a Bs 32,50 y los productores de vinos se quejan por la presencia de la oferta argentina que es más barata.


Esto es que, al no pago del IVA y del ICE, los contrabandistas también evaden el GA, un impuesto aduanero con alícuotas del 0%, 5%, 10%, 15%, 20% y el 35%.
Al respecto, Jorge Dorado, especialista en comercio internacional, sostuvo que el contrabandista evade en promedio un 40% en impuestos que directamente definen el precio de un producto al consumidor.


“De no ser por esta evasión impositiva ningún producto argentino o brasileño ingresaria, pues, ya siendo más caros en sus países, no podrían competir con la producción nacional que, debido al tipo de cambio, es más barata”, dijo Dorado.


Hans Hartmann, expresidente de la Cámara Nacional de Despachantes Aduaneros, sostuvo que todas las importaciones provenientes de los países del Mercosur, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, tienen el gravamen aduanero rebajado a 0%, con la presentación de la documentación de exportación y el certificado de origen.


Hartmann detalló que la diferencia entre la mercancía legalmente importada y la de contrabando, inicialmente se debe al tema de las autorizaciones de importación del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria y al pago del GA, IVA y el ICE.
Hizo notar que el tipo de cambio hace que los alimentos se vuelvan más caros, por lo que, a su creterio, si la tendencia sigue, ya no será el contrabando la opción a seguir.


Desde la Cámara de Actividades Mercantiles (CAME) de Argentina indicaron que los alimentos son más caros para el mercado interno pues pagan un 22% del IVA, mientras que cuando son pensados para su exportación se les quita ese gravamen.


Desde esa entidad indicaron que, cuando la producción está destinada a la exportación como una forma de incentivo al exportador, no se le cobra el IVA, que está por el orden de un 22%, por lo que los productos (arroz, maíz, azúcar, aceite, soya, entre otros) tienen la opción de tener un menor precio y competir con los de la región.
Para la CAME, la defensa del mercado interno de cada país es un derecho.

Preocupación
Ya el Ministerio de Economía, en 2015, indicó qu esta actividad mueve al menos $us 1.500 millones al año, generando una pérdida por impuestos al Estado de al menos $us 400 millones. Dichos indicadores, según los entendidos en el tema, son solo estimaciones.
Desde la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex) consideran que los controles aduaneros deben ser más competitivos y evitar que la producción nacional se vea asfixiada por la oferta extranjera que solo beneficia a un grupo.


Víctor Hugo Figueroa, expresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, detalló que durante la formación de los precios para el consumidor final, el contrabandista no toma en cuenta el pago de los derechos tributarios y los impuestos contemplados por ley, por lo que tiene la facilidad de bajar el precio de su producto al nivel más mínimo sin que eso afecte su rentabilidad, algo que los productores nacionales no pueden hacer

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